La edición 52 del Festival Internacional de Cine de Róterdam (IFFR) tiene entre sus películas participantes a la película mexicana Corazonada, dirigida por José Manuel Cravioto y producida por Paramount Plus. Se trata de una comedia fusionada con thriller que cuenta un hecho basado en la vida real: el fraude a Melate.

En enero de 2012 se transmitió en cadena nacional uno de los habituales sorteos televisivos de Pronósticos con una bolsa ganadora de 160 millones de pesos. Nada parecía fuera de lo común hasta que las autoridades detectaron anomalías en el cobro del premio y fallas en la transmisión, dándose cuenta de que funcionarios y edecán del sorteo hicieron un montaje televisivo para cobrar la millonaria suma.

Aquel episodio fue retomado por José Manuel Cravioto para llevarlo al cine. En Spoiler platicamos con él sobre el origen de la idea cinematográfica, la construcción de la historia y el valor de que una comedia mexicana participe en festivales como el IFFR.
 

Entrevista con José Manuel Cravioto, director de Corazonada

¿Por qué decidiste rescatar la anécdota de uno de los sucesos más inverosímiles y curiosos de la historia contemporánea en México?

Recuerdo muy bien haber leído la noticia en periódicos y haber visto las noticias del caso. Yo estaba filmando en ese momento El más buscado (2014), una película que cuenta la historia de un asaltabancos mexicano en la década de los ochenta como lo fue Alfredo Ríos Galeana. 

Entonces fue como hallar una línea que unía al cine que estaba haciendo con el que quería hacer. El común denominador que me atrajo fue el tema del robo, el asalto. Pero con el caso del sorteo, lo que llamó mi atención es que no se hizo con pistolas, sino con cámaras de televisión.

Ese detalle de usar cámaras de televisión para cometer un fraude millonario en vivo, me pareció una gran historia. Me di cuenta que en México no necesitamos esperar las grandes historias para hacer una película. Para bien o para mal, nuestro país genera diariamente anécdotas de todo tipo que se pueden contar. Este robo era muy original en su concepto, nada le pedía a producciones de Hollywood que abordan estas tramas.

También me atrajo que la historia se prestaba para fusionar dos géneros que me gustan, que son la comedia y el thriller. Tenía esa dosis de energía que me animó a escribir el guion. Lo escribí en 2012, pero fui haciéndole cambios para afianzar o pulir algunas cosas. En 2020 a Paramount Plus le interesó y hoy tenemos una ficción sobre algo inaudito que sí sucedió.

Corazonada me remontó a Tarde de perros (1975), de Sidney Lumet, en dos aspectos. El primero es la combinación de géneros para lograr una película que cumple su cometido. El segundo es el hecho de que robos así solamente ocurren en la vida real. Un robo como el del Melate quizá no te sale si primero lo ficcionas para una película. Tenía que salir de la realidad. 

En efecto, la realidad puede ser entretenida para la ficción. Tarde de perros es una de mis películas favoritas. Suelo regresar con frecuencia a ella y repasarla para alimentarme de su genialidad. Ahora que están tan de moda las listas para determinar a las 100 mejores películas de todos los tiempos, me parece injusto que no aparezca en esos listados. Se le hace poca justicia. Precisamente tiene la particularidad de hacerte increíble un robo que bien pudo quedar en anécdota.

Cometer un robo perfecto o sacarte la lotería es una cuestión de azar. ¿Cómo jugaste con esta parte al escribir la película?

El azar o la suerte está muy acentuado en la cosmogonía del mexicano, ya sea por cuestiones religiosas, de usos y costumbres, o simple superstición. Hay un apego especial hacia la suerte sobre lo que uno sueña tener, ambiciona tener y desea tener. Es una relación muy cercana del mexicano con la suerte en el sentido de cómo construye ese ideal de ganar o conseguir algo. En el caso de nosotros los mexicanos también hay una dosis de malicia en aras de que la fortuna nos sonría. Y fue eso, la malicia, lo que me resultaba simpático.

Volviendo a Tarde de perros, ya que mencionas la malicia, nos reflejamos en los ladrones protagonistas y por eso empatizamos con quien comete el robo. Alguna vez hemos pensado en cómo robar un banco, por ejemplo. ¿Qué tan difícil es conseguir que se genere empatía con alguien que está haciendo algo indebido? Eso ocurre con Corazonada.

A veces los directores o escritores nos detenemos mucho para construir a nuestros personajes. Para esta película quise evitar ese desgaste desde algo tan simple como mostrar personas que no son virtuosas en nada. No son valientes, no son tan inteligentes para armar un plan, no son galanes, no son atléticos. Vaya, no son Brad Pitt y George Clooney como para robar un casino en Ocean's Eleven (2001). Son todo lo contrario. 

Quería que fueran como cualquier otra persona. Pero ellos encuentran un punto muy valioso en quien toma la decisión de atreverse, de jugársela. Confían en esa decisión y la seguridad de quien los ha animado a llevar a cabo un robo. Cada uno tiene necesidades distintas para sumarse a esa idea. Tampoco caen mal. Creo que eso contribuye a que sean por lo menos simpáticos.

José Manuel, la película participa en el Festival Internacional de Rotterdam (IFFR) en la sección Harbour. ¿Qué significa que una comedia mexicana trascienda a un festival de esta magnitud y sea vista como un contenido cinematográfico digno de exhibirse a nivel internacional?

Para mí es un premio ir a Róterdam. Es increíble, grande. Me tomó por sorpresa, pero al mismo tiempo no, porque Corazonada tuvo un proceso muy sincero. Es una película que como director quería contar. La escribo, dirijo y produzco, por lo que tiene la receta perfecta de esa ecuación. 

Veo importantísimo también que con esta película pueda voltear a nuevas generaciones de cineastas y decirles que no tienen que hacer un cierto tipo de cine para ir a un festival como el de Róterdam. Es importante encontrar nuevas historias, historias que están en el aire y necesitan ser contadas. No es un solo tipo de cine el que va a festivales. Creo que estos festivales precisamente están esperando ver de México nuevas historias, o historias distintas a las que están acostumbrados. Que sea una comedia combinada con thriller la que esté ahí, me parece increíble. 

¿Es posible hacer buen cine de entretenimiento en México y a la vez ser buen cine? 

Claro, es posible. Podemos hacer cine de calidad que llegue al gran público en salas o plataformas como Paramount Plus y que además pueda llegar a un sector más especializado, tal es el caso de lo que pasa con Corazonada en Róterdam. Insisto, creo que es fundamental percibir las historias que están en el aire y contarlas, hay que contarlas.