Una de las grandes películas que Netflix se tenía guardadas para el fin de 2023 es Dejar el Mundo Atrás. Un thriller apocalíptico tan inquietante y perturbador, cuyo trasfondo es la inestabilidad mundial actual, entre guerras y pandemia. De ahí que probablemente deje al espectador con una sensación de preocupación ante la posibilidad de que los eventos retratados puedan ser más que ficción.

En la historia, Amanda (Julia Roberts) y su esposo Clay (Ethan Hawke) alquilan una lujosa propiedad para pasar un fin de semana tranquilo con sus hijos, Archie (Charlie Evans) y Rose (Farrah Mackenzie). Pero la escapada familiar se ve interrumpida cuando dos desconocidos, que se presentan como G. H. (Mahershala Ali) y su hija Ruth (Myha’la), llegan en medio de la noche, los alertan sobre un misterioso ciberataque y pretenden refugiarse allí, porque dicen que esa es su casa. Ambas familias deben lidiar con la inminente crisis a su manera, mientras luchan por encontrar un lugar en un mundo que se derrumba.

Lo nuevo del creador de Mr. Robot, Sam Esmail, está inspirado por el libro del mismo nombre, lanzado por Rumaan Alam en 2020, y es una apuesta que eleva la tensión paulatinamente con el contar de los minutos. Mientras la moral de las familias involucradas se va desmoronando a la par con los extraños sucesos que los rodean. Es un constante y elaborado juego de sospechas y ocultación de información, mientras el caos se siembra en sus cabezas, al quedar aislados e incomunicados.

Se trata de un profundo examen psicológico sobre el impacto de un evento de alcances apocalípticos en las relaciones humanas. Con misantropía, racismo, prejuicios, individualismo, perversión, paranoia, conspiranoia y desesperación como sustento de esta receta para el caos. Es un experimento de comportamiento humano. Lo bueno y lo malo aflora, no siempre con resultados positivos y la presión es cada vez mayor ante la necesidad de sobrevivencia.

Tal como en el libro, la película descansa en la omisión de múltiples detalles para acentuar la sensación de inseguridad. De ahí que es entendible que muchos espectadores queden desconcertados con el final abierto que propone la película. Si no has visto aún Dejar el Mundo Atrás y no quieres conocer detalles de la trama, te recomendamos dejar hasta aquí la lectura de este artículo. Porque se vienen spoilers…

Dejar el Mundo Atrás ¡Final explicado!

Con los dientes de Archie cayéndose a la mañana siguiente de la aparición de los flamencos y tras ser mordido por un insecto. George sugiere que el grupo visite al superviviente Danny. Se trata del hombre que construyó la lujosa casa que comparten y es el mismo personaje interpretado por Kevin Bacon, a quien Amanda vio por primera vez en la tienda de comestibles al llegar a Long Island.

Mientras Archie comienza a vomitar sangre, Rose desaparece y tampoco la pueden encontrar. En tanto, George y Clay llevan a Archie con Danny, quien solo parece interesado en proteger a su propia familia, sugestionado por múltiples teorías de conspiraciones. Al mismo tiempo, Ruth y Amanda se ven rodeadas de ciervos en el bosque cuando intentan encontrar a Rose, negándose a moverse cuando la pareja intenta ahuyentarlos. Con gritos terminan espantándolos.

En los tensos momentos finales de Leave the World Behind, Clay busca razonar con GH, después de haber enfrentado a Danny, quien termina entregándoles pastillas para Archie, aparentemente antibióticos. Eso después de que cada uno de los tres ha expuesto sus propias sobre los responsables del ataque. Así concluyen que Estados Unidos está al borde de una invasión total.

En ese momento, G.H. sincera la información que manejaba y explica que cree que se está implementando una estrategia triple para derrocar al gobierno del país desde adentro. Una especie de golpe de estado. En paralelo, aún desde el bosque, Amanda y Ruth ven a Nueva York convertirse en una nube de humo a lo lejos, en lo que parecen ser dos bombas nucleares que han caído sobre la ciudad.

Lejos de todo el desborde de emociones previo, la escena final del final de Dejar el Mundo Atrás tiene como protagonista a Rose sola en una casa vecina que anteriormente le había llamado la atención. Una vez en el lugar se ha dado cuenta de que está abandonada y aprovecha la soledad para comerse algunos alimentos que los dueños dejaron.

Mientras deambula por la residencia, la luz del sótano llama su atención. Una vez abajo, la chica se da cuenta de que es el “búnker del fin del mundo” que los vecinos de GH, los Thorne, construyeron en secreto y del que Danny les habló previamente.

En el búnker hay comida, agua, camas y electricidad. Al conectar la energía, se activa un sistema de emergencia que indica que la Casa Blanca ahora está bajo ataque de fuerzas armadas rebeldes, con niveles de radiación en aumento en los principales conos urbanos del país.

Sin embargo, lo más importante para Rose es una biblioteca de DVDs con un nutrido catálogo. Además de un televisor y un reproductor de discos. Entonces, muy decidida, Rose toma la caja de la última temporada de Friends y le da a reproducir ‘The Last One’, el series finale que ha anhelado ver durante toda la película. El inicio del clásico tema de la sitcom ara el final definitivo de la película.

¿Qué está ocurriendo realmente en la película de Netflix?

La mañana después del apagón, Amanda ve una notificación en su teléfono sobre los supuestos “hackers” responsables del corte de energía, pero no puede leer más al respecto. Más tarde queda claro que no se trata sólo de un corte y que GH podría saber más sobre lo que está pasando. Detalle con el que la película juega constantemente para acrecentar las inquietudes entre la familia de Amanda y la de GH.

La supuesta verdad sale a la luz después de que Clay y GH enfrentan a Danny. Tras compartir sus teorías sobre los responsables, culpando a árabes, coreanos y chinos, George entrega una gigantesca cantidad de información que se había guardado para no desatar el pánico entre sus inquilinos.

Antes de regresar a la casa, GH explica lo que le ha preocupado a lo largo de la película y por qué se mantuvo en silencio. Él trabaja en finanzas y uno de sus clientes ocupa altos cargos en el sector de la Defensa, por lo que GH ha estudiado el “análisis coste-beneficio de las campañas militares”.

Así recuerda que lo que está pasando en el mundo trae a su mente un programa con el que su cliente premium estaba “aterrorizado”. Tal plan establece una “maniobra de tres etapas” que, si se utiliza eficazmente, “podría derrocar al gobierno de un país desde dentro”.

La primera etapa es el “aislamiento”, ejecutado como el corte de energía y el pirateo de satélites que impiden que funcionen incluso los teléfonos satelitales. Concretada la primera fase, la segunda etapa es el “caos sincronizado”. En ésta, el país es aterrorizado con “ataques encubiertos y de desinformación”, como el ruido penetrante, los folletos variados, etc.

“Si se lleva a cabo con éxito, la tercera etapa se produciría por sí sola. Golpe de Estado. Guerra civil. Colapso. Este programa se consideró la forma más rentable de desestabilizar un país”, explica GH. “Porque si la nación objetivo fuera lo suficientemente disfuncional, en esencia, haría el trabajo por usted. Quienquiera que haya comenzado esto quiere que lo terminemos”.

Ésta es toda la información que ofrece la película sobre lo que está aconteciendo. Y eso es decir mucho, porque el libro de Rumaan Alam es aún más ambiguo, dejando a discreción del lector concluir las razones del evento apocalíptico.