Napoleón, de Ridley Scott, finalmente está en los cines del mundo. Con visuales impresionantes, decorados de exhaustivos detalles y, como era de esperarse, grandes batallas. Pero la trama puede resultar bastante compleja en términos de su desarrollo y desenlace. Por eso aquí tenemos el ¡final explicado! Estas son las consecuencias de su ambición que sufre Bonaparte en el estreno de la semana.

La película da una mirada a los orígenes del comandante militar y su rápido y despiadado ascenso a emperador. Algo que es visto a través del prisma de su adictiva y a menudo volátil relación con su esposa y único amor verdadero, Josefina. En Spoiler ya lo dijimos en la reseña de la película: se trata de un testimonio de que un gigante del cine sigue muy activo.

Joaquin Phoenix se pone a la cabeza de un elenco que también tiene a la siempre impecable Vanessa Kirby. Ambos con actuaciones impresionantes, sacando a florecer todo el potencial de sus registros interpretativos.

Así se retrata una historia en la que el protagonista tiene un meteórico ascenso al poder, lo que conlleva altas consecuencias. Aquí revisamos lo que ocurre con Bonaparte una vez concluida la entrega.

Napoleón ¡Final explicado!

El emperador y líder militar francés demuestra su potencial de estratega y su falta de tacto en sus vínculos íntimos. Comportamiento inestable que de vez en vez se colaba hasta el campo de batalla.

Tras su primer exilio, Napoleón escapa de la isla de Elba y regresa a Francia, donde consigue reunir y convencer a los soldados del 5.º Regimiento para que lo apoyen, renovando su poder.

Es en los 100 días posteriores a su regreso a Francia, que el líder militar intenta frustrar el avance de los ejércitos británicos y prusianos durante la batalla de Waterloo. Pero sus esfuerzos y los de su ejército son infructuosos: no pudo contra ellos. El ejército británico se mantuvo firme en la lucha, mientras que el ejército prusiano flanqueaba a los franceses por el lado derecho, acudiendo en ayuda de sus aliados.

Derrotado, Napoleón se ve conminado a abdicar por segunda vez al darse cuenta de que ya no contaba con el mismo apoyo de antaño. Antes de volver a exiliarse, Napoleón acude a ver a la emperatriz Josephine, que había caído enferma poco antes de su llegada. Sin embargo, no la alcanza a ver, porque fallece en su ausencia.

Napoleón esperaba verla y, a pesar de que ella no manifiesta gran estupor por la presencia del militar, Josephine expresa su deseo de volver a verlo. Cuando pregunta por las cartas que intercambiaba con Josephine, la hija de la mujer revela que las misivas fueron robadas por uno de los sirvientes, quien probablemente las vendió. Los niveles de frustración aumentan aún más.

Así, mientras Luis XVIII fue reinstalado como rey, Napoleón fue enviado a la isla de Santa Elena en pleno océano Atlántico para vivir el resto de sus días. Nunca volvería a ver Francia, ya que fallece en 1821 a causa de un cáncer al estómago.

¿Qué quería lograr Napoleón?

Si bien Napoleón Bonaparte tuvo diferentes objetivos a través de su vida, una de las metas principales en la cúspide de su poder como emperador de Francia y gobierno militar fue: conquistar los países poderosos que se le oponían.

Esto implicaba tomar el control sobre Rusia y otras partes de Europa, como Gran Bretaña, para subyugarlas bajo el dominio francés. En algún momento ese objetivo quiso expandirse a zonas del Imperio Otomano, pero Napoleón no llegó a concretarlo, tras perder a miles de tropas durante sus diversas campañas militares.

Frustrados sus planes y consumido por la enfermedad que lo aquejaba, las últimas palabras de Napoleón fueron “France … Army … Joséphine”. Las tres mayores pasiones que insuflaron vida a la trayectoria del general galo.

¿Quién es Lulu?

Ridley Scott decide terminar su película con una dedicatoria particular a “Lulu”. Aparentemente, tal homenaje sería nada menos que para su perro, Lulu. Una nota de THR, de 2014, sobre las mascotas de la industria entrega más detalles.

Allí se establece que RSA Films, la productora fundada por Ridley Scott y su hermano Tony Scott, permitía a sus trabajadores llevar a las mascotas a la oficina e incluso dejarlas pulular por el recinto libremente. Es en este artículo que se hace mención sobre que la perrita de Ridley Scott, llamada Lulu, entraba a la oficina cuando Scott estaba en la ciudad.

De tal publicación han pasado 9 años. Pero sin mayor información pública sobre la mascota del director, aparentemente el animal habría fallecido durante la filmación de Napoleón y de ahí la dedicatoria.

¿Es esto una broma irónica o un sentimiento genuino? Una teoría es que esto se trata de Scott recalcando la tónica de su película nuevamente: la combinación de la tragedia con la comedia, tal como ha sucedido a través de la historia. O como la vida misma.

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